El sol de media noche

 El sol de media noche. 71º05'33"

20 de julio, domingo. 10º día.
Itinerario: Karigasnemi-Karasjok-E6 Lakselv-98 Borselv-Ifjord-888 Menham-Gamvik- FaroSlettnes
Pernocta: Faro de Slettnes. Una vez en Gamvik tomar una carretera estrecha que sale a la izquierda o preguntar. Coordenadas del Faro: 71º05’33”
Km: 363

Por fin estamos aquí!!! Hemos llegado!! Pero no estamos en Cabo Norte, sino en Gamvik, en el faro Slettnes, el más septentrional del mundo, con la misma latitud que el punto más septentrional de Alaska, lugar de in
terés cultural y reserva natural del mismo nombre. Varía unicamente 5’ con respecto a Cabo Norte y el lugar es toda una belleza. Las coordenadas del faro son 71º05’33” y las de Cabo Norte 71º10’21”. En el continente es el punto más al norte. Ha sido todo una casualidad.
Esta mañana hemos salido a dar un paseo por el parque. El suelo estaba tapizado por la parte más cercana al río por plantas con pequeñas florecillas blancas de cuatro pétalos. Más
arriba, el suelo presenta un tapiz con distintas clases de helechos y líquenes, junto con otras p
lantas. Los árboles son abedules de tamaño mediano. Caminamos durante 20 o 30 minutos observando la flora y regresa
nto casual debido a las fogatas que hacían durante su elaboración para ahuyentar a los mosquitos. Vieron que era un b
uen conservante y además le dab
a un sabor especial..mos para poner rumbo a Karasjok. Me descubro picaduras de mosquito en la cabeza –me han picado a través del pelo-, dejándome un bonito chichón de recuerdo.
También en las orejas y la pobra Mara tiene en la
en la barriga. Todos tenem
os alguna pese a los repelentes. Realmente son terribles. Curiosa la anécdota de que el salmón ahumado fue un descubrimie
En una gasolinera de Karasjok cargamos, descargamos agua y echamos gas-oil. Aquí coincidimos con unos catalanes en camper que nos dicen que regresan de Gamvik de disfrutar del sol de media noche. Se han ahorrado los 100 euros y además han huido del montaje para “guiris” de Cabo Norte. Coinciden con nosotros. Si decidimos subir hasta Cabo Norte fue por disfrutar de los paisajes y ver la flora y fauna a estas latitudes pero odio los montajes turísticos. Nos confirman además que la carretera es buena por lo que sobre la marcha cambiamos de opinión y decidimos dirigirnos para allá. Dejamos atrás el Sapmi Park pero decidimos dar la vuelta. Nunca vamos a estar tan cerca. 30 euros de bellón. El parque es interesante pero caro para lo que realmente ofrece. Muestra la forma de vida de los Sapmis, sus viviendas -casas de turba, tiendas lávvu- sus alimentos y cocina, …intentamos “cazar” algún reno lanzando un lazo a unas cornamentas y menos mal que llenar nuestra despensa no depende de esta habilidad. En la oficina de turismo pregunté por los pronósticos del tiempo para Cabo Norte y Gamvik en esa noche y nos dijeron que en ambos lugares se pronosticaba nublado, con lo cual, si esto se cumplía, no podríamos disfrutar del sol de media noche. Otro motivo más para renunciar a Cabo Norte y cambiar de rumbo.
Ahora son las 21,30 y mientras escribo estas líneas el sol entra por el parabrisas de la autocaravana inundánola toda de luz y disfruto de unas vistas espectaculares mire donde mire. Pero regreso al relato.
La carretera de Hopseidet a Mehamn es estupenda pero atraviesa 50 km de interminable tundra donde la única vegetación que se ve son líquenes y rocas y más rocas entre lagos, lagunas y pantanos. Ni un arbol, ninguna casa, ningún coche. Nada. Me sobrecoge tanta dureza y a la vez tanta belleza. Volvemos a ver grupos de renos y Raul descubre media cornamenta en la carretera que recogemos ilusionados. Por fin apare Mehamn y este publecito tiene más de 4 casas y lo digo literalmente por que los anteriores solo tenían 2 o 3. Hemos recorrido 300 km sin ver señal de gasolinera, así es que, aunque todavía tenemos, me bajo a preguntar y me dicen que hay aunque no esté indicado en cartel. Y curiosa coincidencia, el que me informa resulta ser un camionero noruego con domicilio en Mijas y que, por supuesto, maneja el castellano además del inglés.
Continuamos hacia Gamvik y nos dirigimos al puerto en busca del faro del que nos habían hablado los catalanes. No hay señal alguna y al final del puerto vemos lo que es un “mini-faro” y una pequeña explanada pero me fijo en el sol y trazo con la imaginación su recorrido: en las 5 o 6 horas que restan hasta las 24:00 allí no puede verse el sol de media noche. Nos lo impedirá la misma costa ya que vista no es abierta. Algo decepcionada pensando que me he equivocado, seguimos indagando y subimos a la iglesia que está en la parte alta por si las vistas desde allí fueran mejores y es desde aquí desde donde veo un faro a lo lejos dirección norte. Tiene que haber una carretera que lleve hasta allí, así es que preguntamos por la “lighthome” y nos señalan una carretera que se convierte en camino de grava por el que llegamos a un precioso faro de principios del XX y reconstruido después de la 2ª guerra mundial en 1945. Se encuentra en medio de un sobrecogedor y hermoso paisaje de tundra en medio de la nada más absoluta. ¡qué belleza!. Decidimos visitarlo así es que comenzamos la interminable escalada para admirar desde arriba un hermoso paisaje. Al norte aparecía un acantilado que debía ser el de Cabo Norte y aproximadamente a 1 km del faro varias autocaravanas esparcidas por la inmensa llanura. Y tras firmar todos sin excepción en el libro de visitas –una gran matrona noruega vigiló que así fuera-, nos dirigimos junto al resto de las autocaravanas. Había un total de 10 dispersas y alguna tienda de campaña en unos 600 m. Alemanes, franceses y sueco. Las vistas….todo un lujo: la tundra se extiende a nuestros pies hasta el mismo mar de Barents.
A las 23,30 seguimos con nuestra timba de mus, que se ha convertido en costumbre. Contemplamos el sol que sigue entrando a raudales en la autocaravana como si fueran las 11 de la mañana. A las 24:00 decidimos salir ya que dudamos de si el sol está subiendo o bajando.Preguntamos a un sueco y nos dice que hasta la 1 o las 2 bajará para ascender luego, así es que decidimos quedarnos fuera y Angel y David se acercan a buscar abrigos. Mientras, Raul Mara y yo caminamos hacia el mar pisando un mullido suelo de tundra. Nuestros pies se hunden en un almohadillado suelo. Es una curiosa y hermosa sensación descubrir por uno mismo lo que años atrás –en mi caso, muchos- habíamos estudiado sobre este paisaje que jamás pensé contemplar y disfrutar. Nos acomodamos sentados en esta alfombra frente al sol. Es un espectáculo de una extraña belleza. La luz es muy intensa y brillante, pero la luz que da es poca. El sol es un disco brillante suspendido en el horizonte y flotando entre los jirones de nubes. Un barco se acerca y se cruza entre nosotros y el sol dibujando su silueta oscura. No puedo dejar de contemplar este espectáculo que me brinda la naturaleza. Y os parecerá una estupidez o ñoñez, pero se me saltaron las lágrimas –añado que soy de lágrima facil-. Estaba allí, en un extremo del mundo, el más alejado de Europa, rodeada de las personas que más quiero en esta vida y contemplando un espectáculo único, que posiblemente no vuelva a ver, o al menos con todos los míos. Permanecimos sentados sobre la tundra hasta que a la 1:00 decidimos regresar. Hacía frío y posiblemente desde la autocaravana podíamos continuar disfrutando de esto, como así fue. A la 1,30 comprobamos que el sol estaba subiendo comenzando de nuevo a trazar su círculo completo –en España traza solo medio-, así es que decidimos dormir, si esta intensa luz nos lo permitía.
Hacia el sur
21 de julio, lunes. 11º día.
Itinerario: Gamvik-88 Menham-98 Ifjord-Borselv- Lakselv-E6 Alta- Burfjord (100 km sur de Alta)
Pernocta: Puerto de Burfjord (100 km sur de Alta) junto a la oficina de correos y el fiordo
Km: 523

Nos despertamos a las 8,30. Hoy llueve.¡qué suerte ayer!. Luego supimos que, al menos en Cabo Norte, suele bajar la niebla y las probabilidades de ver el sol de media noche se reducen a la mitad.
Slettnes es nuestro punto de inflexión en el viaje. A partir de ahora comenzamos el viaje hacia el sur. Paramos en Mehamn a comprar pan (2€) y carne de reno en embutido para probarla. Pusimos gas-oil (1,80€) y cargamos agua a la salida donde una señal en la carretera nos indicó.
Ahora tenemos que deshacer el camino que hicimos ayer. En un cálculo aproximado entrar en Cabo Norte nos hubiera supuesto unos 100 euros. Ir a Gamvik son unos 300 km más entre ida y vuelta ya que tenemos que ir rumbo a Alta. Estos 300 km serán unos 40 € de gas-oil y unas 4 horas más de conducción pero a mi juicio merece la pena. Contemplar el sol de media noche junto a 10 autocaravanas dispersas en 700 m, en un silencio total, arropados por un espectacular paisaje de tundra en un reserva natural creo que no tiene precio, ni en euros ni en tiempo, ni en cansancio. Los que han estado en Cabo Norte saben como se contempla allí el sol de media noche.
Dejamos Gamvik y el regreso se hace duro.Un rebaño de casi medio centenar de renos rompe la monotonía de este paisaje de tundra donde la vista se pierde en el horizonte entre inmensas extensiones absolutamente peladas y salpicadas de lagunas y lagos. Según nos alejamos este paisaje va siendo sustituido por bosques de pequeños abedules y luego por espacios inmensos de bosques y más tundra. ¡qué decir de tanta belleza y tanta grandeza!. Pero aún tenemos muchos kilómetros por delante. Deberiamos tomar el martes el ferry a las Lotfoten y el último sale a las 19.00. Hoy deberiamos hacer 500 km, pero las carreteras son duras.
Dejamos atrás Alta sabiendo de sus grabados rupestres declarados Patrimonio de la Humanidad y damos por terminado el día habiendo hecho 523 km y eso que entre compras y demás abastecimientos nos hemos puesto en la carretera a las 11.00. Son las 20,30 y estamos en Burfjord, a unos 100 km al sur de Alta, en el puerto junto a otras 4 autocaravanas y a 300 m de la carretera, pero no hemos encontrado un sitio mejor. De frente tenemos un fiordo.
Rumbo a las Lotfoten
22 de julio, martes. 12º día.
Itinerario: Burfjord-E6 Olderdalen-Lyngseidet-Svendsby- Breivikeidet-Tromso-862 Bresholmen - Botnhamn 861-864-86-Gryllerfort
Pernocta: Gryllerfort Cola del Ferry
Km: 346

Día feo como él solo. Llueve y la niebla se ha posado sobre el fiordo. Sin dejar de llover ni un momento continuamos hacia Tromso lamentando no poder disfrutar de estos magníficos paisajes de elevadas cumbres con restos de nieve que se precipitan vertiginosamente hacia el mar. Y es que la niebla parece haberse establecido en estas latitudes.
Llegamos a Orderlanden, al ferry. Justo cuando comienzo el embarque recibo una llamada: “¿si?” “Hola, soy Bronco, de Acpasión” “ah! Bronco, mira es que estoy de viaje por Noruega….” “No, si yo también, es que no pude contestarte tu e-mail antes de salir…” bla, bla, bla…. Agradable sorpresa. Querían saber como estábamos. Ellos estaban en Alta y van hacia las Lotfoten a donde llegarían seguramente cuando nosotros las dejáramos. Habían estado 2 días en Cabo Norte. Nos despedimos para poder seguir con el embarque. Y sigue lloviendo. Llamamos por teléfono a Andenes para reservar 4 plazas para una excursión en barco al día siguiente.
El primer ferry hasta Lyngeseidet tarda una media hora, luego hacemos unos 20 km hasta Svendsby y nos sobran unos 20 o 30 minutos antes de tomar el segundo. Está calculado perfectamente. Aquí hacemos cola los mismos que hemos desembarcado del primer ferry y en otros veinte minutos estamos en Breivikeidet donde tomamos ya la carretera directa hasta Tromso. Una vez en este ciudad contemplamos la catedral del ártico que se ve desde lejos, en la ladera de una colina, pero, sinceramente, no tiene nada de especial. Ni siquiera la vimos por dentro porque habíamos leido que no merece la pena. Un error venir hasta aquí pero son cosas normales. Me preocupa la hora. Creo que no vamos a llegar antes de la 19 horas para tomar el último ferry. Llenamos el depósito y pedimos agua. Nos dan una llave para abrir el grifo. Son ya las 17 horas y tenemos aún 30 km hasta llegar a Bresholmen donde hemos visto en el mapa de carreteras que compramos en Noruega que hay un ferry hasta Botnhamn ahorrándonos casi 178 km que al precio que está el gas-oil nos hubiera supuesto unos 30 euros. En tiempo también hubieramos empleado más.
Pero no llegamos a las 19, por lo que hemos vuelto a llamar a Andenes para aplazar la excursión hasta las 15,00 aunque hay que volver a llamar. El primer ferry hasta Andenes sale a las 11 y tarda cerca de 2 horas. Continuamos por carreteras estrechas y muy bonitas….si el tiempo nos permitiera disfrutar de ellas, pero no solo no nos deja, si no que la conducción se hace más lenta y difícil. Llegamos a Gryllerfort después de 2 duras horas de carretera y nos instalamos en la cola del ferry donde había más autocaravanas a la espera del primer embarque del día siguiente. Y estirando las patitas veo una autocaravana española. Es una curiosa pareja de Bilbao. Ramón, ma
rino retirado, ha estrenado autocaravana por primera vez en su vida, y ha decidido viajar por Noruega. Ella, viuda y joven abuela-olvidé su nombre-, pertenece a su grupo de amigos y vive parte del año en una autocaravana. Cuando Ramón le dijo que se iba a Cabo Norte y ante la sorpresa de ella, la invitó a viajar con él, ella no lo dudó mucho. Y aquí estaban, siendo “pareja de viaje”. Ramón estuvo en nuestra autocaravana charlando hasta cerca de las 24:00 en que nos retiramos todos a dormir.
Hasta aquí hemos recorrido 6.006 km, posiblemente la mitad de nuestro viaje

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